Mon oncle d'Amérique
Mirada sobre el filme de Alain Resnais
Por Rocío Vélez
A través de técnicas
cinematográficas como el montaje no lineal y la narración fragmentada, ingresamos
a la historia biográfica de estos tres personajes que resultan estar atrapados
y ser arrastrados por el sistema social moderno. Como si estuviéramos viendo un
documental o un registro científico, se nos exhiben las escenas que irán
construyendo a cada personaje; sin embargo, no hay lugar en donde la poesía y la
belleza no puedan ser y, en el filme, todo es intervenido por la poética de Resnais.
Un ejemplo de esto es la introducción de fragmentos de grandes obras del cine clásico
que funcionan como espejo de los sentimientos que atraviesan a los personajes
en situaciones límite.
Janine era una militante
comunista hasta que decide dejarlo todo para dedicarse al teatro, a pesar de
eso, termina en el mundo empresarial; Jean, un burgués que, aunque se jacta de
amar la literatura y el teatro, se dedica de lleno a la política; y, René, un
hijo de familia rural que elige otro camino, renuncia al mandato paterno siguiendo el ideal del progreso. Los
tres individuos, replicando el ejemplo del “tío americano”, tienen un objetivo
fijo: el éxito.
¿Qué es el éxito hoy en día? ¿De
dónde vienen los ideales exitosos? ¿Es feliz la persona exitosa? ¿Hasta dónde
estamos dispuestos a entregarnos al sistema por una imagen, por dinero o
prestigio? ¿Qué pasa después de que se alcanza el éxito? Son algunas de las
preguntas que pueden llegar a atravesar a un espectador de Mon oncle
d'Amérique. Preguntas que quizá fueron pescadas de aquel mar profundo que
habitaba a Resnais.
El filme está conformado por
flashbacks y flashforwards; escenas del mundo vegetal, del comportamiento
animal y humano frente a la dificultad. Una tortuga camina lentamente, parece
vacilar, da otro paso, la cámara la sigue, quiere saber hacia dónde se dirige,
cuál es su sentido, su falta de prisa ¿qué es lo que la lleva a tomar cada
decisión?
A todo esto, se le suman los
recortes de ciertos periodos de las vidas de los protagonistas donde vemos cómo llegaron a estar atrapados en sistemas de poder y control que, cada vez más, influyen en sus elecciones y
destinos. En los distintos ámbitos en los que se mueven resultan “victimas” de
algún tipo de dominación que puede manifestarse de diversas formas, desde la
presión social y las expectativas familiares hasta las estructuras económicas y
políticas. Así, se va construyendo una especie de trabajo analítico sobre cómo las
elecciones y reacciones de Janine, Jean y René se relacionan con los patrones
de comportamiento animal. ¿Qué diferencia a estos sujetos de una rata en un
cajón sufriendo los shocks eléctricos producidos por un científico? Por inercia, los encontramos
constantemente actuando por impulso, evitando tomar decisiones que sean
producto de la reflexión, el pensamiento o, inclusive, el deseo. Los rige el ideal americano, la imposición consumista y ajena que han logrado hacer carne en la sociedad.
Una vez que cada personaje
alcanza, en cierto sentido, el éxito, vuelve a intervenir el doctor Laborit
explicando, a través de la experimentación con ratas de laboratorio, los cuatro
comportamientos básicos animales ante los problemas: la lucha por la
supervivencia, la dominación manifestada a través de la agresividad, la huida o
la inhibición. Las escenas de la experimentación son replicadas por los protagonistas,
los cuatro comportamientos de las ratas se reflejan en las reacciones de Jean,
Janine y René frente a sus propios desafíos cotidianos, que incluyen relaciones
por compromiso o imagen pública (Jean y su esposa), cambios de empleo por sobre
la familia y el amor (René), dominación por medio de la mentira, frustración (Janine)
y angustias existenciales, entre otros. Ellos responden, al igual que los animales,
en forma de luchas, actos de agresividad, intentos de huida o reacciones de
inhibición. La experiencia de las ratas con las que experimenta Laborit, funciona
como un espejo de la vulnerabilidad de las personas frente a las presiones del
sistema, presiones que inconscientemente la sociedad tolera en el pedregoso camino al
éxito.
En conclusión, el filme de Resnais es múltiple en varios sentidos que dan como resultado una gran profundidad crítica y estética. Por un lado, está intervenido por fragmentos de lo que podría ser un documental narrado por Laborit; escenas de la cotidianeidad de tres personajes ficticios; y, recortes de películas clásicas francesas. Por el otro lado, aparecen las discusiones filosóficas, biológicas y psicológicas. Todo esto confluye para dar lugar a una obra ambiciosa que, a la vez que retrata, analiza y cuestiona, da lugar a que el espectador, poniendo su subjetividad y sus propias convenciones en juego, pueda completar el sentido o los sentidos que hay detrás de esta obra. Y, nos invita a preguntarnos ¿estamos siguiendo nuestros deseos? ¿o vivimos arrastrados por los ideales de otros?
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